domingo, 29 de marzo de 2009

Un Cavretico (Jad Gadiá en ladino)

Un Cavretico ke lo merko mi padre
por dos levanim por dos levanim

I vino el gato i se komio al Cavretico
ke lo merko mi padre por dos levanim…

I vino el perro i modrio al gato
ke se komio al cavretico
ke lo merko mi padre por dos levanim…

I vino el palo i aharvo al perro
ke modrio al gato, ke se komio al cavretico
ke lo merko mi padre por dos levanim …

I vino el fuego i kemo al palo
ke aharvo al perro, ke modrio al gato,
ke se komio al cavretico
ke lo merko mi padre por dos levanim…

I vino la agua i amato al fuego
ke kemo al palo, ke aharvo al perro,
ke modrio al gato, ke se komio al cavretico
ke lo merko mi padre por dos levanim…

I vino el buey i se bevio la agua
ke amato al fuego, ke kemo al palo
ke aharvo al perro, ke modrio al gato,
ke se komio al cavretico
ke lo merko mi padre por dos levanim…

I vino el shohet i degoyo al buey
ke se bevio la agua, ke amato al fuego,
ke kemo al palo ke aharvo al perro,
ke modrio al gato, ke se komio al cavretico
ke lo merko mi padre por dos levanim…

I vino el mal’ah amavet i degoyo al shohet
ke degoyo al buey, ke se bevio la agua,
ke amato al fuego, ke kemo al palo,
ke aharvo al perro, ke modrio al gato,
ke se komio al cavretico
ke lo merko mi padre por dos levanim…

I vino el Santo Bendicho El I degoyo al mal’ah amavet
ke degoyo al shohet, ke degoyo al buey,
ke se bevio la agua, ke amato al fuego,
ke kemo al palo, ke aharvo al perro,
ke modrio al gato, ke se komio al cavretico
ke lo merko mi padre por dos levanim…

domingo, 15 de marzo de 2009

De Generación en Generación

De Generación en Generación
Rabino Gustavo Surazski

Desde un punto de vista científico podemos afirmar –sin temor a equivocarnos- que somos entidades biológicas radicalmente diferentes a lo que fuimos siete años atrás. Todas la células de nuestro cuerpo (a excepción de las neuronas y los ovulos, en las mujeres) se renuevan en su totalidad cada siete años, lo que demuestra que el "cuerpo" que tenemos a nuestra disposición hoy no es el mismo que tuvimos a nuestras disposición al momento de nacer.

Esta afirmación también podría extenderse a otros ámbitos de nuestra existencia. Muchos son los aspectos de nuestras vidas que cambian con el transcurso del tiempo. Nuestro lugar de trabajo puede ser otro. Nuestro marco social también suele ser cambiante; tal vez, incluso, nuestras parejas. La familia se agranda y se achica simultáneamente. Algunos nacen; otros, a nuestro pesar, se van de nuestro lado.

¿Cómo es posible, entonces, que seamos tan diferentes y aun así sintamos ser las mismas personas que fuimos en el pasado?

Supongo que la respuesta está vinculada a la memoria. Los recuerdos son la columna vertebral que une las diferentes etapas de la vida de todo hombre. Aun cuando hoy seamos radicalmente diferentes a lo que fuimos ayer, la memoria une al "Yo" del presente con aquel del pasado.

De igual manera podemos afirmar que los eslabones generacionales de un pueblo se reúnen por obra y gracia de la memoria colectiva. El pueblo judío de la Edad Media es radicalmente diferente al pueblo judío de nuestros días. Los tiempos son otros y también han cambiado sus líderes y sus instituciones.
Sin embargo, los relatos, las costumbres y la pasión que escuchamos de nuestros ancestros y transmitiremos a nuestros hijos, son quienes transformarán diferentes generaciones en un sólo pueblo.

Recuerdo la primera vez que escuché a mi hija cantar el "Ma Nishtaná", las cuatro preguntas que sirven de disparador para el relato del éxodo de Egipto en la noche del Seder. Paralelamente a la emoción natural de todo padre, sentí una gran carga sobre mis espaldas.

Ella es mi próxima generación y recibirá mi "mochila". ¿Podré contarle la historia tal como la recibí yo? ¿Podrá ella conservarla tal como yo la conservé? ¿En cuánto depende ésto de ella y en cuánto depende de mí?

El Jafetz Jaim solía contar un hecho del que fue protagonista.

En el invierno de la ciudad de Radín -allí donde nació- solían calentar el agua de la mikve volcando un gigantesco termo de agua hirviendo dentro del agua helada. Una gélida mañana invernal, el Jafetz Jaim preguntó al encargado de la mikve si había calentado el agua. Ante la respuesta afirmativa del balán, el Rabino ingresó al agua y notó que ésta estaba a punto de congelarse. El Jafetz Jaim salió de la mikvé y fue corriendo a revisar la temperatura del termo. Introdujo su mano en él y notó que el agua del termo estaba tan sólo tibia.

Entonces dijo: "Hoy he aprendido una gran lección: Cuando el agua del termo esta hirviendo, el agua de la mikve estará tibia. Pero si el agua del termo estuviere tibia, el agua de la mikve sólo podrá estar helada".

Rabenu Tam solía decir: "Las palabras que salen del corazón, ingresarán al corazón. Pero aquellas que no salen del corazón -sino de la boca- no atravesarán siquiera el umbral del oído".

Quiera Di-s que podamos transmitir nuestro fuego a las generaciones futuras a fin de que nuestras palabras logren entibiar su corazón.

miércoles, 11 de marzo de 2009

Pésaj - Marshall T. Meyer

Pesaj
Marshall T. Meyer

Oh Señor, Dios del cuerpo y del espíritu, Moramos entre hombres ávidos de libertad.
Independencia es el clamor de las naciones; el gemido de los hombres, Libertad.

En esta sagrada época del año, en que el pueblo judío recuerda su liberación.
Ayúdanos a ayudar a los hombres en sus luchas y a liberarse de la esclavitud y la opresión.

Ayúdanos a defender por doquier la dignidad y la integri¬dad de todos los hombres para que el hombre pueda vivir su vida en paz.

No permitas que confundamos la libertad de las naciones y de los pueblos con la integridad y la libertad de los individuos.

Ni que confundamos bienestar económico con progreso espiritual.

No permitas tampoco que nos concentremos tan solo en nuestro prójimo.

Ayúdanos a comprender que nosotros mismos debemos ser verdaderamente libres para ayudar a otros a lograr su libertad.

Oh Señor, Dios del cuerpo y del espíritu,

Ayúdanos a salir de la esclavitud de nuestro propio Egipto, para que podamos llegar al Sinai y recibir tu verdad.

Edery, Rabi Marcos. “Sidur: Ritual de oraciones para todo el año”. Consejo Mundial de Sinagogas, Seminario Rabínico Latinoamericano, Buenos Aires (Argentina), 1968, 1989. pag 496

Fotografías del pasado

Fotografías del Pasado
Rabino Gustavo Surazski

Hace unos días un amigo miraba las fotos que le sacamos a nuestra hija con nuestra máquina de fotos digital.

‘¿Cómo es posible que salga bien en todas las fotos?’, nos preguntaba.

Y la verdad –debo confesar- es que no sale bien en todas las fotos. A veces llora, otras pestañea y en otras tiene cara de sueño. Pero si la foto sale mal, al momento las borramos. Entonces, todas las fotos que quedan son lindas...

No siempre en la vida sonreímos, estamos peinados y radiantes. La vida también tiene de lo otro.

A veces las fotografías de nuestra vida no salen todo lo bien que desearíamos. A menudo, ciertas fotos nos avergüenzan, nos hacen recordar tiempos no felices o hasta algunos kilos de más que nos alegra hayan quedado sólo sobre el papel.

Cuando hablamos de las fotografías de un pueblo ocurre algo parecido. Existen pueblos que toman ciertas fotos de su pasado reciente o lejano y las borran.

¿Para qué revolver el pasado?, dicen. Y están convencidos de que la mejor mejor que existe para reconciliarse con un pasado triste es olvidarlo y reescribir la propia historia.

Pero otros pueblos, como el nuestro, consideran que no se puede crecer de espaldas al pasado. Existen ciertas fotos que no conviene borrar ya que es insano y cobarde.

Matjil BiGnut UMesaiem BeShebaj (Pesajim 116ª), nos dicen nuestros Sabios.

El Talmud nos enseña que cuando se lee la Hagadá en Pesaj antes de agradecer la liberación de Egipto (el Shebaj), debemos recordar la parte mala de la historia (el Gnut).

En Pesaj no sólo recordamos que fuimos liberados de Mitzraim; en Pesaj recordamos que tuvimos un pasado miserable en el que vestíamos harapos; un pasado en el que descendimos hasta el último peldaño de la impureza.

Y a pesar de que hay ciertas partes de nuestra historia que nos gustaría olvidar, en Pesaj recordamos que en nuestro pasado hay espinas…y muchas. En Pesaj reafirmamos año tras año que un pueblo no puede vivir con un pasado selectivo.

La historia debe agregar memorias, no quitarlas. La historia debe ser narrada en su totalidad.
Hay ciertas fotos que no se pueden borrar…Ni aun cuando nos propongamos hacerlo.

domingo, 8 de marzo de 2009

Moshe rabeinu no fue incluido en la hagadá

MOSHÉ RABEINU, artífice de la salida de Egipto, no fue incluido en la Hagadá de Pésaj

Pliego BAMA /Arte y Cultura: Número Dos / Marzo 2002 / Nisán 5762
Redactor. Eliahu Toker

ver en pág. 57

La verdadera Libertad

La verdadera Libertad
por Eliahu Toker en pág 83

Pliego BAMA /Arte y Cultura: Número Dos / Marzo 2002 / Nisán 5762