martes, 1 de septiembre de 2009

Estuve con Abraham

Estuve con Abraham
Texto anónimo

Estuve con Abraham en su vigilia solitaria
Y leí el destino de mi pueblo en las estrellas

Estuve con Itzjak cuando construyó el altar
Donde su fé y su devoción fueron puestas a prueba



Estuve con Iaakov cuando peleó a lo largo de la noche
Con el ángel de la desesperación,
Y se ganó una bendición al despuntar la mañana.

Estuve con Moshé, un príncipe extraño entre gente extraña,
Descalzo, estuve con el ante la visión en el desierto
Y desde el fuego oí la voz que lo llamaba a servirle.

Estuve en el Sinaí e ingresé en el pacto perenne
Entre mi pueblo y su Dios
Sufrí y pasé hambre con ellos
Durante todo el camino entre el desierto y la tierra prometida.

Estuve con Iehoshúa en Jericó
Y con Devora a la orilla de Meggido
Cuando las estrellas en sus curses lucharon contra Siserá.

Estuve con el ciego Shimshón en su agonía
Y escuché el grito salvaje de su desesperado coraje
Mientras tiraba las columnas sobre los filisteos.

Escuche a Shmuel advertirle a su pueblo de permanecer libre
Y no rechazar a Dios esclavizándose con un rey.

Escuché el arpa de David
Y lo vi inclinarse ante la cólera de Natán
Y ante la verdad de su acusación.

Escuché a Shlomó en el templo
El día en que lo dedicó como casa de oración
Para todos los pueblos

Y de él aprendí
De un Dios que ni el cielo ni las huestes celestiales pueden contener,
Cuya compasión se extiende a todos
Aun al extranjero que llega desde un país lejano.

Estuve con los profetas
Que vinieron a destruir viejos mundos
Y a construir nuevos

Los oí enfurecerse contra la injusticia
Me conmoví por su compasión por los débiles
De ellos aprendí como un airado fuego dentro del alma
Puede ser un mandato de Dios aún no cumplido.

Estuve con mi pueblo a la orilla de los ríos de Babel
Y allí aprendí que la oración y el estudio
Pueden ser tan preciados por Dios
Como los sacrificios de los sacerdotes en el Templo
O las oraciones de los Leviim.

Regresé con ellos del cautiverio
Y vi como un pueblo puede reconstruir sobre ruinas

Me senté con los sabios y escribas
Que pacientemente interpretaron la palabra de Dios
Y lentamente formaron la ley oral.

Me moví por las motañas de Yehudá
Con los valientes hijos de Matitiahu.

Vi el milagro de la única botella de aceite
Que iluminó el Templo de Dios.

Estuve con Hilel
Cuando resumió toda la Torá
Con el mandamiento de amar al prójimo como a ti mismo.

Estuve con Akiva
Cuando inspiró una revolución
Desafió un imperio
Y murió como mártir.

Erré con mi pueblo por muchos países
Donde reinaban la cruz y la media luna
Caminé junto a él por todas las carreteras del mundo.

Estuve con ellos cuando bebieron de los amargos cálices
de dolor. Humillación, de la crueldad y del odio.

Los vi permanecer cuerdos en medio de la locura
Los vi permanecer civilizados en medio de la brutalidad
Los vi encender velas en medio de la oscuridad.


Entonces vi como la noche se levantaba y despuntaba el alba,
Y marché con ellos con alegría y regocijo
En un nuevo mundo vencido con libertad.

Vi como las cadenas caían de sus brazos
Vi el brillo de sus mentes y corazones emancipados
Los vi enriquecer cada tierra que les ofrecía la oportunidad.

Estuve con ellos cuando aterrizaron en la Isla de Ellis,
Estuve con ellos cuando desembarcaron en el Rio de la Plata,
Y se enamoraron de las tierras que garantizaban la libertad.

Y vi entonces como la noche descendía nuevamente
Los vi sufrir como ningún pueblo jamás sufrió.
Los vi quemados, gaseados y torturados.

Y así como un Fénix. Los vi levantarse otra vez en la antigua tierra
Los vi empezar allí una nueva vida
Basada en las antiguas enseñanzas de justicia y misericordia.

Los vi plantar en el desierto
Y observé como ese desierto florecía.

Estuve con ellos en la guerra de los seis días
Estuve con ellos mientras el Estado preciosa y duramente ganado estaba en peligro
Temblé cuando ellos temblaban, me regocijé cuando ellos lo hicieron.
Estuve en el Kotel. Estuve en Sinaí. Estuve en Golán…

¿Podría dejarlos ahora?
¿Podría abandonar la compañía de ese grupo que amo?
Se han vuelto demasiado caros y preciosos para mi.

Son el hueso de mis huesos,
la carne de mi carne,
el alma de mi alma.

Es mi pueblo.
Su lucha es mi lucha.

Vivirá dentro mío
Y yo viviré dentro de él,
Para siempre.

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